sábado, 7 de marzo de 2009

"Camino a DOROTHY"

CAMINO A DOROTHY

De mañana. Ahí estaba, sólo, frente a una hoja en blanco.
Blanco vaciado de falta.

Buscó a su alrededor y no había muletas. No había qué, ni quién orientase sus pasos.

Derrumbe e incertidumbre::: la brújula (la que no engaña))) lo inunda.

Desamparo inconmensurable,
sintió paralizarse.

Esas piernas no respondían a los ruegos::: cayó.

Arrancó las lagañas que pegoteaban sus ojos. Lloró, como niño al nacer y nació.

Los pelos de sus blancas y delgadas piernas se erizaron súbitamente.
Poco a poco logró sostenerse, unas cuantas veces golpeó la cabeza en tierra seca y quebrada.

Se levantó.

Advirtió no estar sólo, ni dormido; una extraña familiaridad irrumpe.
A lo lejos::: sonidos, formas difusas y ahí estaban ellos:::

afectados por las amapolas::: intentan litoral.

(a)doradas piedras en camino. Son Dorothy.
No-todos caminan, otros, en el borde.

Del suelo asomó una hoja, luego un árbol y al cabo de un tiempo estaba saboreando una gran manzana::: olorosamente colorada.

De su boca brotaron mariposas.

Un pájaro acunó en su hombro, cual San Francisco.




Noviembre de 2008.

Lic. Hernández Ariel.
Psicoanalista.




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